Pfizer alega razones científicas para justificar que ocultó indicios de que uno de sus fármacos podría frenar el alzhéimer
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- junio 7, 2019
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La farmacéutica estadounidense Pfizer ha esgrimido «razones científicas» para salir al paso tras conocerse que no difundió indicios que sugerían que uno de sus fármacos podría prevenir el alzhéimer.
Pfizer, con sede en Nueva York, se ha situado en el centro de la polémica después de que el diario The Washington Post publicara que investigadores de esta farmacéutica hallaron en 2015, tras analizar cientos de miles de reclamaciones de seguro, que uno de sus medicamentos podría disminuir en un 64% el riesgo de padecer alzhéimer. Según el artículo del Post, se trata de Enbrel, un popular antiinflamatorio indicado contra la artritis reumatoide.
«Esta nota no describe de manera precisa nuestro enfoque en tomar decisiones basándonos en la evidencia científica», ha puntualizado Pfizer en un comunicado enviado a Efe.
Ensayo clínico de 80 millones de dólares
El artículo del Post señalq, además, que verificar que el fármaco puede ayudar a prevenir esa enfermedad requeriría un ensayo clínico en miles de pacientes, cuyo coste se calculó en 80 millones de dólares, por lo que después de una discusión interna, la farmacéutica decidió no seguir investigando y no difundir ese hallazgo.
La compañía ha aclarado que su decisión «de no publicar un análisis estadístico de datos incluidos en las reclamaciones a los seguros médicos» y «de no considerar un ensayo clínico más amplio sobre la enfermedad basado en dicho análisis estadístico se debe, primero y ante todo, en razones científicas y no en base a incentivos financieros, como la historia parece implicar».
Prestigiosos científicos contradicen a la farmacéutica
Consultados por el Post sobre la decisión de la farmacéutica de no divulgar la información, el investigador y profesor especializado en alzhéimer en la Escuela de Medicina de Harvard y en el Hospital General de Massachusetts, Rudolph E. Tanzi, ha considerado que «por supuesto que deberían. ¿Por qué no?».
El profesor ayudante de medicina en la universidad Johns Hopkins y experto en la enfermedad Keenan Walker también se ha pronunciado en la misma línea al señalar como «beneficioso» para la comunidad científica contar con esos hallazgos y defender que permitiría «tomar decisiones mejor informadas».