Los manifestantes se enfrentan a la policía en Hong Kong durante una protesta no autorizada

Decenas de miles de manifestantes se han enfrentado a la policía este sábado en Hong Kong durante una protesta no autorizada en repulsa por los 45 heridos del pasado domingo.

La policía había prohibido la marcha por considerar que era peligrosa y empleó gases lacrimógenos en diversos puntos del periférico distrito de Yuen Long, donde hace una semana un centenar de hombres enmascarados y vestidos de blanco golpearon a los manifestantes que volvían en tren de las manifestaciones en la ciudad, y a los que identificaban por ir vestidos de negro.

Los agresores, a los que los activistas relacionan con las tríadas (mafias chinas), atacaron con palos y barras de hierro a manifestantes, periodistas, diputados y simples viandantes, causando 45 heridos.

Los manifestantes han mostrado su descontento por la actuación policial hace una semana, en la que tan solo dos agentes acudieron al lugar de los hechos cuarenta minutos tarde para marcharse y dejar a los manifestantes a merced de los supuestos miembros de las tríadas, de los que tan solo doce fueron detenidos. Hoy, el número de efectivos policiales desplazados a la zona ha superado los 3.000.

La marcha, que ha cubierto un recorrido de 1,6 kilómetros, comenzó de forma pacífica hacia las 15.00 hora local, aunque poco antes un hombre había sido detenido tras apuñalar a otro cerca del lugar donde iba a comenzar. En el poblado de Nam Pin Wai, los agentes han lanzado gases lacrimógenos y espray de pimienta a quienes han cargado contra los cordones policiales.

Acusaciones de complicidad de la Policía

Los activistas acusan a la Policía de complicidad con las agresiones y por eso se han concentrado frente a la comisaría de Yuen Long.

«Quiero expresar mi insatisfacción con la Policía -ha dicho a Reuters Cico Lau, un joven de 25 años originario de la localidad y cuyo hermano fue golpeado el pasado domingo – Lo que ocurrió la semana pasada es totalmente inaceptable».

«La situación está escalando, y podría ser el comienzo de un periodo más violento«, ha advertido otro activista anónimo a la agencia Reuters.

La protesta es mayoritariamente pacífica, pero las imágenes muestran también enfrentamientos entre algunos de los concentrados, que han arrojado piedras y botellas contra los agentes, y estos últimos, que han respondido con gas lacrimógeno. 

«Dejaron que las tríadas golpearan a los manifestantes para vengarse de nosotros… Estamos aquí para enseñarles una lección» ha explicado Kevin, uno de los manifestantes.

El ataque en la estación de Yuen Long se produjo horas después de una multitudinaria marcha en el centro de Hong Kong, en la que los manifestantes causaron destrozos en la fachada de la Oficina de Enlace de China, el principal símbolo de la autoridad de Pekín en la excolonia británica. La Policía disolvió la marcha con gases lacrimogenos.

Las protestas se suceden en Hong Kong contra la Ley de Extradición que pretende aprobar la jefa del Ejecutivo, Carrie Lam, y que permitirá extraditar a China a quienes cometan delitos en el territorio. Pese a que Lam ha dado «por muerto» el proyecto, los activistas piden su dimisión y reformas para asegurar más democracia.