
Juan Diego Patiño: el joven gobernador que está transformando a Risaralda
- editora
- julio 8, 2025
- Generales, Nacionales
- Álvaro Restrepo Arenas, Amamos, CORAZÓN, Municipios, Programa, Risaralda, Transformando
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Cuando Juan Diego Patiño Ochoa asumió la Gobernación de Risaralda se propuso, no solo administrar, sino transformar “una tierra que amo, amamos y llevamos en el corazón”. Año y medio después, su estilo de liderazgo ha tomado cuerpo en una gestión que va más allá del discurso y se instala en la realidad tangible de los 14 municipios del departamento.
Patiño llegó con una idea clara: llegar donde nadie llegaba y hacerlo con hechos. Bajo esa premisa, su administración consolidó el hospital regional de alta complejidad, un esfuerzo que no se quedó en planos o promesas: garantizó viabilidad técnica y financiera, y marcó un antes y un después en la historia de la salud del Eje Cafetero.
La apuesta por la equidad no ha sido un discurso, es acción. Más de 33 mil estudiantes reciben alimentación escolar diaria, se fortaleció la educación superior con el programa Risaralda Profesional y se creó la institución educativa Ebera Kirisia Dee, pensada para las comunidades indígenas, con un mensaje claro de inclusión y respeto por la diversidad.
LAS CIFRAS HABLAN
Se mejoraron 286 kilómetros de vías terciarias y se intervinieron 50 puntos críticos. Se invirtieron más de 11 mil millones de pesos en infraestructura deportiva, con la convicción de que el deporte es una herramienta de transformación social.
El programa ‘A Comer’, que distribuye más de 10 mil almuerzos al día a población vulnerable, refleja un rostro humano de gobierno. En paralelo, el respaldo a emprendedores, mujeres y comunidades históricamente olvidadas ha convertido la palabra “equidad” en una práctica cotidiana.
El Centro de Ciencia y Biodiversidad empezó a construirse como símbolo de futuro, mientras se protegen fuentes hídricas estratégicas como la cuenca del río Otún, mediante la compra de predios. A esto se suma el impulso decidido al turismo, las exportaciones y la industria local con una visión global.
Por primera vez, el campo de Risaralda recibió una inversión histórica que no solo reactiva la economía rural, sino que devuelve el protagonismo a quienes durante años fueron invisibles para el poder. Todo esto mientras se enfrenta con firmeza el desafío de la seguridad, sin evadir responsabilidades ni esconderse detrás de cifras.
Juan Diego Patiño Ochoa no se limita a gestionar: lidera con pasión y visión. ‘Un equipo que ha sudado la camiseta’ lo acompaña, gente comprometida que cree que servir es gobernar. Gracias a cada uno de ellos por construir, por avanzar, por no detenerse.
Este año y medio no ha sido un ciclo cerrado, sino el primer capítulo de un proyecto que se proyecta con visión, disciplina y una claridad meridiana: una Risaralda más equitativa e incluyente no se decreta; se construye día a día, entre todos.