El humor cruzó fronteras y llegó a las Novenas Navideñas de Dosquebradas

El humorista Diego Parra, radicado actualmente en México, llegó como invitado especial a las Novenas de Navidad del alcalde Roberto Jiménez Naranjo y se llevó una grata sorpresa al encontrarse con un evento masivo, familiar y profundamente humano, donde cientos de niños y familias compartieron risas.

La Novena de Navidad que por estos días realiza el alcalde de Dosquebradas, Roberto Jiménez Naranjo, frente a su casa, tuvo una visita especial que sorprendió y generó risas entre niños y adultos. Se trató de Diego Parra, humorista bogotano que, a simple vista, delata su origen capitalino: su estilo “gomelo”, la forma de vestir y esa entonación cantada que sube al final de las frases y confirma de dónde viene.

Lo especial de su presencia es que Parra ya no reside en Bogotá. Actualmente vive en Coyoacán, México, y por coincidencias del destino, una presentación de stand up comedy en Pereira encajó perfectamente en su agenda para cruzar hasta la carpa de las Novenas Navideñas, en el sector El Carbonero, y compartir un momento de humor con los niños y sus familias. Allí, con su estilo picante, ágil y cargado de doble sentido, logró conectar con el público y animar una noche que ya estaba marcada por la alegría.

“Es la primera vez que participo en un evento de esta magnitud y me sorprende su capacidad de convocatoria. Ver tantos niños felices alrededor de una festividad pensada para ellos es maravilloso. Los niños son el futuro del país y aquí se está construyendo una expectativa de vida muy bonita”, expresó el humorista, visiblemente emocionado.

Aunque su esencia es profundamente colombiana, esa que disfruta la fiesta, la fritanga y el baile en colectivo y en la calle, confesó que en México la Navidad se vive de otra manera, más íntima y puertas adentro. Por eso, resaltó el valor de estas celebraciones abiertas, familiares y comunitarias que aún se mantienen vivas en Dosquebradas.

“Me voy con la satisfacción de haber estado en un evento liderado por un alcalde que piensa en los niños y en sus familias. Generar sonrisas y saber que muchas familias podrán compartir alrededor de un regalo o de una actividad como esta es algo que llena el corazón”, concluyó.

Finalmente, antes de despedirse, Diego Parra dejó una reflexión que resonó entre los asistentes: cada persona debería conservar su niño interior, para que no se pierda la magia de compartir con la familia, los vecinos y mantener viva la tradición de la Novena al Niño Dios.

Dato de interés

Diego Parra se ha desempeñado como narrador de cuentos del Chorro de Quevedo en Bogotá desde hace 25 años, un lugar conocido como el corazón bohemio de La Candelaria.

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