Así es el Linux de Microsoft, CBL-Mariner, y no te va a gustar

Tras años combatiendo el Open Source y defendiendo a capa y a espada Windows, Microsoft lanza, casi en secreto, su primera distribución de Linux: CBL-Mariner 1.0.

Pese a que el nombre sea de lo menos original y atractivo del mundo, estamos ante un acontecimiento histórico, ya que la compañía de Bill Gates ha pasado de demandar y perseguir Linux en los años 90, a convertirse en un aliado en los 20. Quien nos lo iba a decir.

CBL-Mariner, así se llama la distribución oficial de Linux que ha desarrollado Microsoft que está pensada para trabajar con la infraestructura de la nube de la compañía junto a los productos y servicios de ésta.

La idea con CBL-Mariner (ojalá se hubiese llamado Lindows) es proporcionar una plataforma Linux coherente para estos dispositivos y servicios de Microsoft, y así colocarse como la opción oficial y recomendada para quienes tengan que trabajar en estos entornos.

Lo malo es que la distribución es muy poco intuitiva y para nada agradable a la vista. Y la razón es que no tiene interfaz gráfica, tan sólo línea de comandos. Es cierto que el veterano de Linux está acostumbrado, pero hay un buen montón de usuarios que esto les tirará para atrás.

Pese a que su lanzamiento ha sido casi en secreto, Juan Manuel Rey, gerente de programa senior de Microsoft para Azure VMware, publicó hace unos días una guía sobre cómo construir una imagen ISO de CBL-Mariner en cualquier ordenador.

Como explica Juan Manuel Rey, CBL-Mariner se construye en torno a la idea de que sólo se necesita un pequeño conjunto de paquetes comunes para hacer frente a las necesidades de la nube y sus servicios.

Y es que su sencillo sistema de construcción permite crear fácilmente paquetes RPM a partir de archivos SPEC y de origen. O bien, se puede utilizar para crear imágenes ISO o de disco duro virtual (VHD).

Como otras distribuciones de Linux (aquí las mejores de 2021), Microsoft da crédito al Proyecto Photon OS de VMware, al Proyecto Fedora,  a Linux from Scratch e incluso a GNU y a la Fundación de Software Libre (FSF).

Si Steve Ballmer levantara la cabeza seguramente no podría creerse lo cambiada que está su querida Microsoft. Por fortuna para todos, los cambios suelen ser a mejor (y si no que se lo digan al creador de Linux, que pasó de cancelarse a sí mismo para volver siendo una persona más agradable).

Fuente: Compute Hoy.