Comparte tu salario, mientras se nos roban los impuestos

Varias decenas de miles de millones de pesos se derrochan contratando asesorías y encuestas para el mejoramiento de la caída imagen del primer mandatario del país, Iván Duque. Compra de camionetas para su traslado y asesores para posicionar mensajes en redes sociales. En los mismos objetos, otros altos funcionarios del estado central, gobernadores y alcaldes, invierten nuestros impuestos. Mientras médicos, enfermeras y personal de apoyo sin equipos de bioseguridad, entregan sus vidas en los hospitales. Y millones de colombianos claman por alimentos para paliar el hambre de sus familias confinadas por orden presidencial. Y en el Amazonas mueren decenas de personas sin recibir atención alguna ante la ausencia de un sistema de salud. Ni el país, ni nuestros gobernantes cambian.

En el diario vivir, la última cuenta del servicio de energía, llegó con un volante titulado «COMPARTO MI ENERGÍA», informando que, por instrucciones del gobierno nacional, o sea, los mismos que dilapidan los impuestos, invitan a los usuarios a que hagamos un aporte voluntario para contribuir al pago de la factura de los hogares sin recursos. El mensaje está dirigido a residencias en estratos 4,5,6, comercial e industrial, los mismos que hacen maromas para pagar costosos servicios con sus correspondientes contribuciones, que son fuente de enriquecimiento y abuso de especuladores financieros, ahora nos salen con que asumamos la obligación total de los subsidios y mantengamos a flote la caja de estos abusadores para que sigan atestando sus bolsillos.

El volante, no solo trae la petición de un gobierno corrupto, que volcó todas las ayudas a la banca y los grandes empresarios, mientras se la niega a trabajadores, pequeños y medianos empresarios nacionales, sino que pretende ocultar el veneno de la factura, el manejo del costo final de la energía. Mientras el KWh se cobró para el consumo de abril en $589,46, disminuyendo $4,71 con respecto al costo de marzo, la estructura de costo de este precio trae algo interesante. El precio de generación G, en el mismo periodo se redujo en $18,65, que en sana lógica debió trasladarse al usuario, pero no, lo que proceden a efectuar es aumentar en $10,23 el costo del componente de distribución D, y $6,00 en los costos de restricciones R, y comercialización C, la fórmula para no perder nunca, siempre abusando de su posición dominante. Estas empresas que fueron patrimonio público no hacen el menor esfuerzo para colaborar en la crisis, quieren que sigamos pagando tarifas onerosas, y que nos hagamos cargo de la cartera de los sectores vulnerables.

Es tal el abuso, la ausencia de vigilancia y control por parte de la Superservicios, que la Comisión Reguladora, anunció posibles altos aumentos para los meses de diciembre y los primeros del próximo año, debido a los bajos niveles de los embalses del país en la actualidad, lo que obligaría a intervenir este mercado, pues en medio de esta crisis económica un aumento desbordado del costo de energía agravaría la situación económica del país y la generación de empleo, esta situación se debe a que los generadores están entregando energía de origen hidráulico ante al alto incentivo que representa producirla, pues solo gastan en cargos operativos ya que el agua utilizada es gratis.

No podemos dejarnos engañar y manipular del gobierno, y los empresarios del sector eléctrico, con mensajes lastimeros pretenden motivarnos a colaborar en subsidiar el costo de los servicios de sectores vulnerables, mientras ellos abusan de todos los sectores con la mirada complaciente del gobierno. Es necesario seguir protestando y denunciando sus abusos,

Por: Carlos Alfredo Crosthwaite Ferro.