David Cage y Josef Fares: «Los videojuegos son una parte importante de nuestra cultura»

Josef Fares y David Cage son dos pesos pesados en la industria del videojuego. Mientras el primero sorprende con videojuegos cooperativos y multijugador como A way out, el segundo lleva 15 años haciendo que los jugadores se enfrenten a dilemas y decisiones morales con historias como la revolución androide de Detroit: become human.

Ambos comparten una concepción de los videojuegos de autor y apuestan por seguir investigando en las posibilidades narrativas que ofrece la interactividad. Quizás por eso, y dentro del marco de una edición de Gamelab que ha sido inaugurada por el ministro de Cultura, también coinciden en la necesidad de que el videojuego gane peso como una expresión cultural más al mismo nivel que el cine, la música o la literatura.

“Para mí los videojuegos son una parte importante de nuestra cultura y creo que las películas han tenido más tiempo para establecerse con sus festivales de Cannes, Venecia, Berlín.,. y necesitamos ese tiempo para la industria del videojuego”, reclama Fares, en una entrevista con RTVE.es en la que recuerda la celebración de los Bafta Game Awards del año pasado. “Aquí tenéis estos Premios Nacionales y los videojuegos están siendo poco a poco aceptados desde esta perspectiva. Solo hace falta tiempo para que crezca”, reflexiona.

“Durante mucho tiempo los videojuegos se han considerado simplemente como software o un tipo de juguete, y creo que las cosas han evolucionado mucho en los últimos diez años”, coincide Cage, que entiende el videojuego como “un medio como cualquier otro a través del cual puedes expresar emociones”.

“Cuando la gente que está fuera de la industria nos mira, solo ve violencia y cosas que ellos no llamarían cultura”, reflexiona el director del estudio Quantic Dreams, que no les quita parte de razón. “Hay un segmento de este sector que está más enfocado en la diversión pura y dura y no tiene ninguna ambición cultural”, reconoce, “pero pienso que cada vez hay más desarrolladores que quieren transmitir un significado con sus videojuegos: emociones, sentimientos, hay algo que quieren expresar”.

Tenemos que educarlos y hacerles entender de qué van los videojuegos”, añade Fares, para quien preguntar si son arte o no es algo “estúpido” que “no hay ni que molestarse en responder”. “Hace falta que la gente entienda de qué va todo esto, pero no tenemos que acelerarlo. Llegará a su debido tiempo. Ya estamos mejor. No hay ninguna prisa”, zanja.

Fares: “Dejemos la interactividad para los videojuegos”

Durante la entrevista, ambos se refieren al videojuego como “un medio” en el que la interactividad, que ahora también ha llegado al cine, es una propiedad diferenciadora y, al menos para Fares, excluyente.

“Es un hecho que las películas son una experiencia pasiva y los videojuegos son una experiencia interactiva”, argumenta el director de Hazelight Studios, que critica que experiencias como Bandersnatch de Netflix estén intentando usurpar un espacio que les pertenece. “No es algo nuevo para mí, creo que en las películas tienes que ver, no elegir y la elección debería quedarse en los videojuegos”, protesta.

Algo más diplomático, Cage reconoce las similitudes entre el cine y los videojuegos al tiempo que argumenta porqué, a la vez, son muy distintos: “Los dos utilizan la imagen y lo visual para contar historias y en los dos hay una parte narrativa y emocional, pero, al mismo tiempo, creo que se diferencian en que, en el cine, una vez que está rodado no puedes cambiar el contenido; mientras que, en los videojuegos, puedes interactuar con él. El jugador puede tomar decisiones y crear su propia historia. Esto es algo absolutamente único, no hay otro medio como este”.

Entre los sentimientos y la cooperación

Dejando a un lado la polémica, tanto Cage como Fares se definen como narradores. Pero, mientras los videojuegos del primero están centrados en la toma de decisiones, los del segundo exploran las posibilidades de la colaboración.

“Lo que hay entre Heavy Rain y Detroit es más experiencia y una búsqueda de nuevas temáticas. ¡Me he hecho mayor!”, bromea Cage al explicar la evolución de su trayectoria. “Creo que, juego tras juego he trabajado como lo haría un escritor e intentando descubrir este nuevo lenguaje interactivo y cómo contar historia con él”, explica.

“En cada uno de ellos he buscado retarme a mí mismo y encontrar mi propia voz”, afirma, antes de enumerar las experiencias como padre que trató de reflejar en Heavy Rain, la sensación de sentirse diferente y aceptarse a uno mismo que impregnó Beyond Two Souls y el compromiso y la lucha por los derechos, el reconocimiento y el respeto como comunidad que hay en Detroit. “Creo que voy creciendo en los temas de los que hablo, abriendo el foco”, resume.

Pero, más que las historias, Cage asegura que lo que le interesan son las emociones. “Eso es lo que más me atrae: cómo utilizar la interactividad para crear emociones únicas”, explica el autor, que también tiene curiosidad por explorar las posibilidades emocionales más allá de la narración.

¿Es posible incluir la interacción online en la historia?

A mí “me encanta contar historias sobre más de una persona y a varias personas a la vez”, explica Fares. “Escuchamos las historias juntos, vemos las películas juntos y creo que si la experiencia es colectiva también es interesante que haya una comunicación dentro del juego”, asegura el creador, que afirma que sigue investigando ese camino. “Mi próximo videojuego no será una secuela de A way out, es algo distinto, pero seguro que será un juego de Hazelight y va a ser jodidamente alucinante” proclama el autor libanés.

Cage tampoco descarta esta vía. “La interacción online es algo que nos gustaría explorar en el futuro”, asegura el francés que, tras 23 años en la industria, ha detectado un factor social en sus historias con el que, al principio no contaba: “Hemos descubierto que la gente juega a nuestros videojuegos junta, normalmente en pareja u, otras veces, con amigos. Les encanta, porque así todo el mundo puede comentar lo que haría o lo que no y socializan alrededor de ellos”.

La comunidad también es “muy fuerte”, asegura Cage, que se maravilla con cómo “la gente comenta lo que le ha pasado en un capítulo o en otro y compara las líneas argumentales de las historias”.

Historias más maduras y experiencias únicas

“Vemos muchos formatos distintos de videojuegos: los más exitosos del año pasado tardaron en fraguarse seis o siete años, lo que es un plazo bastante largo, pero, al mismo tiempo, estamos viendo una nueva generación de títulos que son más cortos y tienen actualizaciones más regulares”, reflexiona Cage, para quien se trata de “un formato diferente, probablemente para una audiencia diferente, y un tipo de experiencia distinta”.

“Soy muy optimista sobre el futuro de los videojuegos, creo que van a pasar muchas cosas en los próximos años”, añade Fares, que opina que los jugadores van a reclamar “historias más maduras y serias y experiencias de juego únicas y distintas”.

“Creo y espero que este sea el futuro de los videojuegos, que contemos historias de una manera diferente y única”, reflexiona Fares en un pronóstico en el que también incluye a los juegos multijugador: “Como sea siempre que encontremos mecánicas nuevas, diferentes y sorprendentes que conduzcan a nuevas experiencias de juego”.