Donde la tierra se quebró, pero la esperanza se levanta: el gobernador lidera la reconstrucción en Belén de Umbría

La tierra está herida, pero su gente no se doblega. Belén de Umbría, uno de los municipios más golpeados por la reciente ola invernal en Risaralda, ha sido epicentro de afectaciones graves en su zona rural: sectores como La Selva, Santa Rita, La Oculta y la vía Remolinos–Belén han vivido jornadas de angustia por deslizamientos, crecientes súbitas y pérdida de infraestructura vial.

Hasta allí llegó el gobernador de Risaralda, Juan Diego Patiño Ochoa, acompañado de todo su equipo de gobierno, la Policía Nacional, el Ejército y funcionarios de distintas secretarías departamentales. Lo hizo no solo para recorrer el territorio, sino para ponerse al frente de las soluciones.

“Hoy no venimos simplemente con protocolos ni discursos. Hoy llegamos con el corazón en la mano, conmovidos por el dolor de nuestra gente, pero también con la firmeza de quienes estamos aquí para dar respuestas. Belén de Umbría ha sido golpeado duramente, pero no está solo. Toda la Gobernación está aquí, con su gente”, expresó el mandatario visiblemente afectado por el panorama.

La escena era conmovedora. Las máquinas de la Secretaría de Infraestructura ya trabajaban en la zona de La Selva, abriendo paso entre el lodo para reactivar la movilidad y permitir que los campesinos puedan sacar su café y otros productos agrícolas, sustento de cientos de familias.

“LA TRAGEDIA NO SE MIDE SOLO EN CIFRAS”

“Hoy tenemos más de 100 funcionarios de la Secretaría de Agricultura desplegados por las veredas. Están caminando con los campesinos, levantando ese mapa del desastre, escuchando, sintiendo. Porque la tragedia no se mide solo en cifras, sino en las historias de vida que han sido alteradas por esta emergencia”, agregó el gobernador, mientras recorría a pie tramos destruidos junto a líderes rurales, concejales y asociaciones campesinas.

Según el más reciente informe de la Coordinación de Gestión del Riesgo, se han registrado afectaciones en 13 veredas del municipio: 129 viviendas dañadas, 11 puentes vehiculares y 7 peatonales destruidos, y daños en 6 escuelas (Fisolera Baja, Tesalia, Alturas, Andrés Escobar, Belencito). Tres acueductos resultaron gravemente comprometidos y se reportó la pérdida de cultivos de plátano, mora, granadilla, café, así como piscícolas, golpeando la economía de cientos de familias.

“El clamor es generalizado. Lo sé, hay un decreto de calamidad en los 14 municipios. Sé que la afectación por las lluvias es en todo el departamento, pero hoy, aquí, en Belén de Umbría, el dolor se siente más cerca. Por eso no podíamos quedarnos en los escritorios. Aquí estamos, hombro a hombro con ustedes”, dijo con emoción el gobernador.

RESPUESTAS TANGIBLES

Y las respuestas no se hicieron esperar. El pasado sábado, como medida de atención inmediata, la Gobernación entregó 300 láminas de zinc, 70 colchonetas, cobijas y mercados, además de 40 kits de cocina, 40 kits de aseo y 600 amarras. La inversión inicial supera los 50 millones de pesos, pero lo más valioso ha sido el mensaje claro de que no están solos.

El compromiso institucional es evidente. La maquinaria amarilla, los ingenieros, los socorristas, los técnicos agrícolas y los funcionarios de la Dirección de Gestión del Riesgo están allí, en terreno, respondiendo. Cada acción, cada entrega y cada gesto hacen parte de una reconstrucción que va más allá de lo físico: es también la reconstrucción de la esperanza.

Desde las montañas de Belén de Umbría resuena el eco de una comunidad resiliente, acompañada por un gobierno presente, que hoy más que nunca trabaja con el alma por Risaralda.

Tags: