El Barça como tabla de salvación del Real Madrid

El Real Madrid recibe al Barcelona en la vuelta de semifinales de la Copa del Rey en un partido que podría suponer la tabla de salvación del equipo de Solari en el panorama doméstico. Alejado del liderato en la Liga, el equipo merengue aspira a meterse en una final que no pisa desde hace cinco años, cuando, precisamente ganó su última Copa frente al Barça.

Desde entonces, la Copa ha sido terreno puramente azulgrana con cuatro entorchados consecutivos. Una racha espectacular que los de Valverde aspiran a alargar el próximo 25 de mayo en el Villamarín. La misión del Real Madrid será impedirlo. Al menos, cerrarles el paso a la final.

Una victoria, además de devolverle a una final copera, permitiría al Real Madrid tomarse un respiro en una temporada convulsa. La derrota liguera contra el Girona y las dudas sembradas en el Ciudad de Levante han cercenado el renacer merengue, cuyo paso por el Camp Nou en la ida de esta eliminatoria copera permitió a los blancos pensar en un final de temporada esperanzador.

Sin embargo, el panorama vuelve a ser gris en Chamartín. Los dos clásicos que asoman son un todo o nada para el Madrid. Sin entrar en terreno Champions, donde los blancos siempre parecen rendir a otro nivel, una eliminación copera contra un Barça que llegará rearmado y con Messi de nuevo a un nivel muy alto, dejaría muy tocado al conjunto de Solari.

Solari se aferra a Vinicius

El técnico argentino, ante el peligro de un nuevo traspiés, se aferra a un equipo cogido por alfileres que se agarra a la chispa de un joven, y aún inmaduro, Vinicius, y a la clase de un Benzema que vuelve a sentirse importante en el frente de ataque madridista. Con el fuego de Isco apagado, el de Bale en plena erupción y a la espera de los frutos del regreso de Asensio tras su lesión, el Madrid saldrá en busca de un triunfo vital.

Situaciones como la de Isco, que no cuenta para Solari; Bale, claramente molesto con su situación en el equipo; o Marcelo, al que Reguilón le ha quitado el puesto, cuestionan el presente de un Madrid al que el futuro próximo en el que se avecinan vientos de cambio en su vestuario. Mientras tanto, la temporada pasa por el clásico de este miércoles. Un todo o nada para un Madrid de contrastes.