El Barça gana la Liga gracias a la magia infinita de Messi

Era la primera bola de partido al servicio y en la semana del tenis en Barcelona, el Barça no la ha desaprovechado. Los culés se han proclamado campeones de Liga en el Camp Nou gracias a la victoria por la mínima frente al Levante. El gol, ¿de quién si no?, obra de Messi y eso que el argentino solo disputó 47 minutos. Ya suman 26 los entorchados ligueros de los blaugranas, que ahora ansían el triplete.

Pocos recordaban la última vez que el equipo culé había celebrado una Liga en su casa, fue en la temporada 2009-2010, cuando el equipo de Pep Guardiola venció 4-0 al Real Valladolid. Enormes eran las ganas por centrarse en los otros menesteres, Champions y Copa, cuanto antes pero precisamente por ese duelo ante el Liverpool del miércoles, Messi arrancó el duelo en el banquillo.

Sin la estrella sobre el tapete, los de Valverde dominaron la posesión en toda la primera parte, ayudados por un Levante al que el empate le maravillaba porque todo lo que sea sumar a estas alturas es oro. Los de Paco López prefirieron encerrarse y encomendarse al buen día de su portero.

Hasta cinco acciones de gol llegó a desbaratar el cancerbero antes del descanso, tres a cargo de Coutinho y dos a cargo de Luis Suárez. Mientras los jugadores se iban a los vestuarios, todo el mundo lo tenía claro: Messi tenía que salir a matasellar esta Liga.

Messi aparece y arregla el entuerto

Dicho y hecho. A la primera que tuvo Messi, el balón acabó alojado en las mallas. Corría el minuto 61 y un balón peleado por Arturo Vidal le cayó al argentino en su pierna derecha. Se la acomodó con la tranquilidad necesaria y con su pierna buena, la izquierda, embocó a la portería cual campeón de golf en el green.

En el minuto 68 Morales, que también saltó al campo en el descanso, se plantó solo delante de Ter Stegen tras un error de Rakitic. Inexplicablemente, el jugador franquicia de los granotas envió su remate por encima del travesaño.

No sería la única para los visitantes ya que llegarían a toparse con el poste en el minuto 89. Con el partido ya roto, Bardhi remató de manera poco ortodoxa y Ter Stegen se encontró con el balón en sus manos después de que rebotara en la madera. Se le escapó la risa al portero alemán incluso.

Tres minutos después, el árbitro se miraría el cronómetro e indicaría el final del partido. El Barça volvía a ganar una Liga en su casa 9 años y 4 ligas después. La octava en las últimas 11 temporadas y quién sabe si un aperitivo de lo que podría ser una temporada redonda en la que se viva su tercer triplete en la historia. Bullía Canaletas.