EL CD DE RISARALDA EN LA UCI!

La política tiene unos contrasentidos que no se pueden entender; pero sí interpretar.

El Centro Democrático de Risaralda tiene como nunca antes un par de Congresistas maravillosos.

Alejandro Corrales y Gabriel Vallejo, representan la renovación y la pulcritud en la política y han sido dignos representantes de esta tierra en el Congreso Nacional.

Si la política se rigiera por los merecimientos, ambos congresistas deberían encontrar sin dificultad su reelección, como premio por una impecable y juiciosa labor en el parlamento.

Pero no es así.

Hoy la tienen ambos muy embolatada, casi perdida.

Veamos.

Para las próximas elecciones de Congreso de la República, Álvaro Uribe Vélez, jefe natural del CD, fundador del partido y el más grande elector del país en los últimos 20 años, no va a estar.

Con Uribe en las listas y en la plaza pública, los votos llegaban por montones.

Ya no estará más.

Eso supone que el CD ya no sacara los 20 Senadores que lograba antes.

Quiere decir que a lo sumo, conseguiría la mitad; así lo ven los entendidos.

Así las cosas, la continuidad en el Senado de Corrales, luce bien embolatada.

Gabriel Vallejo, anunció que quiere seguir en el Congreso. Y a fe que lo merece como pocos.

¿Pero como lograrlo si su partido, el CD de Risaralda está en cuidados intensivos?

¿Con qué partido Vallejo podría lograr el cociente electoral de apróximamente 45.000 sufragios, para que sus votos lo lleven de nuevo a la Cámara de Representantes?

El desempeño del CD en las pasadas elecciones regionales fue equivocado, torpe y catastrófico.

Además de divididos por culpa propia y la arrogancia de un Comité directivo, el CD fue infiltrado desde el gamonalismo y perdió todo.

Se atrevió ese despistado Comité a importar de otras latitudes sus dos más importantes candidatos, el de la Gobernación de Risaralda y el de la Alcaldía de Pereira.

Una increíble chifladura, pero se la impusieron al Comité, y este la acepto.

Ninguno de los dos candidatos, milito un solo día en el CD.

Impensable.

Nadie lo entendía. Había candidatos dentro del partido, pero pudieron más las presiones externas y el gamonalismo.

A ambos los barrieron; sacaron votaciones ridículas.

No quisieron a pesar de estar muy bien advertidos, atajar la división que se les venía encima.

No hicieron por arrogantes y estúpidos, alianzas con nadie; complejo de raza pura y se quedaron solos.

Perdieron en la Gobernación de Risaralda, en la Alcaldía de Pereira y los borraron en todas las Alcaldías Municipales.

En ese frío y oscuro laberinto en que se encuentra el CD, es casi un imposible para Corrales y Vallejo, regresar al Congreso.

Ellos con un Comité de aplausos y que hace la política en restaurantes, que tomaron tan malas decisiones, son los directos culpables de su penosa situación.

Víctimas de su propio invento.

Le decía yo a Gabriel Vallejo, que la única manera de explorar alguna opción para regresar al Congreso, sería un cambio total y temprano en el Comité que es el gran culpable del mal manejo de la política que los llevó al fracaso total.

Integrar un nuevo Comité, con verdaderos líderes políticos con más juventud y que hagan la política en la calle y en la vereda.

Y no aplaudiéndose ellos mismos en restaurantes, convencidos que son infalibles y autistas frente a los hechos reales de la política.

El CD está borrado del mapa político de Risaralda.

Eso es hoy indiscutible.

Si Corrales y Vallejo promueven desde ya mismo, un cambio total en su Comité y lo llenan de líderes populares, podrían tener alguna opción en el camino de su supervivencia política.

Es la única salida de la UCI donde están hoy.

¿Serán capaces?

 

Álvaro Ramírez González, Columnista

[email protected]