El gerente del Hospital Regional de Alta Complejidad del Eje Cafetero renunció a su cargo

Tras permanecer un año al frente del megaproyecto del Hospital Regional de Alta Complejidad para el Eje Cafetero (HRAC), el abogado Fredy Arias Herrera presentó su renuncia a este cargo.

En carta dirigida al gobernador de Risaralda, Juan Diego Patiño Ochoa, el Gerente saliente argumentó su decisión en la perspectiva de asumir nuevos proyectos de carácter personal, agradeciendo al mandatario la confianza depositada para sacar adelante esta iniciativa de infraestructura en salud, que estaba ad portas de hundirse por falta de gestión administrativa.

Arias Herrera destacó los avances en los que deja el proyecto. El hospital está totalmente al día en todos sus compromisos legales, administrativos, técnicos, financieros y operativos, lo que ha permitido que las obras avancen a buena marcha.

EN CUIDADOS INTENSIVOS

“Aunque en el año 2023 se había generado mucha expectativa por la construcción del HRAC, sólo cuando inicio el actual gobierno de Patiño Ochoa se conoció el verdadero estado de este proyecto de infraestructura en salud, que literalmente estaba en cuidados intensivos a punto de fallecer”, señaló Arias Herrera, al hacer el balance de su gestión administrativa.

En este sentido, recordó que, pese a que se estaban adelantando las obras de la primera fase del proyecto, este carecía de cierre técnico, presupuestal y financiero, algo incomprensible para un proyecto público de tan inmensas proporciones para la atención de salud de cuarto nivel.

En igual sentido, ante los incumplimientos de la administración departamental a los compromisos suscritos con el Ministerio de Salud y Protección Social, principal financiador del hospital, esta entidad tenía en curso una solicitud de devolución de los recursos, que ya habían sido girados al departamento; una Acción Popular en el mismo sentido y una millonaria multa que superaba los 3.000 millones de pesos.

Ante dicho panorama, Arias Herrera asumió las riendas del proyecto, iniciando un periplo en Bogotá para tratar de salvarlo, subsanar todas las fallas e inconvenientes en el que se encontraba, con el fin de retomar el rumbo de las obras.

UNA CARA SANCIÓN

“La primera misión fue la millonaria sanción que había ya impuesto el Ministerio a la Gobernación de Risaralda por el incumplimiento del proyecto, coyuntura que se logró negociar en cien millones de pesos, dineros que fueron pagados de manera inmediata”, recordó el exgerente del HRAC.

El otro proceso en contra que quedaba pendiente tenía que ver con la Acción Popular interpuesta por el Ministerio de Salud, para que el departamento devolviera los 200 mil millones de pesos que había girado, litigio que fue resuelto en febrero de 2025 por un Juez de la República, quien en fallo de primera instancia negó las pretensiones del gobierno nacional.

CIERRES DEL PROYECTO

Ante la coyuntura de no contar con los cierres necesarios para la construcción del proyecto, se comenzó a trabajar arduamente con los ministerios de Salud y de Hacienda, además de los órganos de control del Estado, que hicieron un total acompañamiento, lo cual permitió que se hiciera finalmente el necesario cierre técnico, presupuestal y financiero.

El cierre financiero del proyecto quedó tasado en $731.074 millones:

Gobierno Nacional: $599.971 millones
Gobernación de Risaralda: $93.749 millones
Universidad Tecnológica de Pereira: $37.361 millones.

CONVENIO A PUNTO DE VENCER

“La otra problemática que estaba en la agenda era el convenio para el manejo de los recursos, el cual vencía el 31 de diciembre 2024, documento relevante para el desarrollo del proyecto, toda vez que ahí se definen los tiempos de desembolsos e inversiones, pero que por retrasos en la ejecución del HRAC este soporte se había quedado corto”, anotó Arias.

Luego de un proceso de concertación entre todos los actores del proyecto y con el acompañamiento de los órganos de control del Estado, este documento fue prolongado hasta diciembre de 2028, fecha en la cual deben estar culminadas las obras y el hospital en funcionamiento.

PRIMERA ETAPA DEL HRAC

La construcción en curso de la primera fase del Hospital Regional de Alta Complejidad consiste en la implementación de la sede administrativa, consultorios y terapias, cuyas obras, pese a los ajustes de diseño realizados el año anterior, hoy ya tienen un avance del orden del 65%.

También se está avanzando en la posibilidad de que el hospital tenga su propia zona franca, lo cual se encuentra en estudio y definición, instrumento que permitirá el ahorro de los recursos destinados para el proyecto.

HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS

En el avance de los trabajos de construcción se han detectado 185 rasgos arqueológicos, los cuales han sido excavados de manera manual, acorde con los procedimientos establecidos para este tipo de procesos y con base en el Plan de Manejo Arqueológico definido.

En el terreno intervenido por las obras, en total se han encontrado 14.736 elementos, entre cerámicas, vasijas, piezas en roca o líticos, restos óseos humanos y de fauna, además de muestras de textiles, carbón y suelos.

Como lo exige el Instituto Colombiano de Antropología e historia, cuyo manejo fue certificado en visita a la obra, estos elementos se están almacenando en las mejores condiciones ambientales, y el HRAC está en el proceso de definir el destino final de estos hallazgos, que hacen parte de la historia de la región.

LOS RETOS DEL 2025

“Dejo la Gerencia del HRAC completamente al día en todos sus procesos, compromisos técnicos, presupuestales, financieros, administrativos, de planificación y además en plena ejecución de su infraestructura física”, dijo Arias, destacando que quedan retos interesantes para desarrollar en 2025.

Estos retos tienen que ver con el cumplimiento de los desembolsos restantes del gobierno nacional, a fin de adelantar las licitaciones de las demás fases del proyecto, cuyos dineros están en Hacienda de la nación, teniendo claro que los últimos 200 mil millones de pesos están proyectados para el año 2028 con destinación a la adquisición de la dotación biomédica.

Presupuestalmente, para continuar con las obras el gobierno de Risaralda tiene en fiducia alrededor de 130 mil millones de pesos, que restan por ejecutar del primer desembolso, y se está a la espera de definir el segundo desembolso por $200 mil millones, para continuar con las otras etapas de este hospital, catalogado entre las cien principales mega obras que se adelantan en el país.

A 2028, el Hospital Regional de Cuarto Nivel contará con un portafolio de servicios de alta complejidad, con los más modernos equipos y tecnología para adelantar los tratamientos y un panorama de atención regional que beneficiará a más de cuatro millones de habitantes de los departamentos de Risaralda, Caldas, Quindío, Chocó, Norte del Valle y parte del Tolima.

Serán 330 camas de atención general, UCI, salas de quemados para adultos y niños, con especialidades médicas, los más modernos laboratorios y salas de cirugía, áreas sociales, jardines, parqueaderos, helipuerto y tres accesos viales directos, todo bajo un modelo de administración y operación pública, tal como lo ha determinado el gobierno nacional.

ECONOMÍA Y EMPLEO

El Hospital Regional de Alta Complejidad para el Eje Cafetero también será un importante dinamizador de la economía, ya que de acuerdo con los estimativos se generarán alrededor de 4.500 empleos directos, para lo cual se adelanta un trabajo con las universidades de la región, en torno a la oferta académica y la pertinencia educativa, de cara a suplir las necesidades laborales que requiere el centro hospitalario una vez entre en operación.