El Madrid firma una remontada de campeonato

El Real Madrid asestó un golpe casi definitivo a la Liga con una remontada épica en el Sánchez Pizjuán ante un Sevilla que desaprovechó un 2-0 cosechado en el primer tiempo. Los blancos, aferrados de nuevo a la heroica, reaccionaron con entereza a su mala puesta en escena y firmaron un triunfo clave en el descuento gracias al héroe de casi todos los días, Karim Benzema. El duelo, vibrante desde el arranque hasta el final, no estuvo exento de polémica, con los locales reclamando una expulsión perdonada a Camavinga en la primera parte y los blancos indignados por un gol anulado por mano dudosa de Vinicius. El Sevilla, mermado otra lez por las lesiones y entregado a un ejercicio de resistencia en el tramo final, murió en la orilla tras tener a los blancos contra las cuerdas en una gran primera parte.

Sin Casemiro por sanción y con un boquete en el flanco izquierdo por las lesiones de Mendy y Marcelo, Ancelotti apostó por Carvajal como lateral izquierdo y con Camavinga como escolta de Kroos, pivote en el Pizjuán. El invento del italiano volvió a hacer aguas ante el sólido plan de Lopetegui, bien ejecutado por Jordán y Rakitic para ahogar a la medular blanca y con el Tecatito ensañándose con Lucas, lateral diestro de circunstancias.

El duelo entre el mejor local y el líder, mejor visitante del campeonato, deparó en su arranque un choque de poder a poder. Sevilla y Madrid salieron con la intención de dominar al rival pero al cuadro de Lopetegui siempre se le vio más entero, con las piernas y las ideas más frescas.

El partido lo descorchó Rakitic en el ecuador del primer tiempo con un libre directo desde la frontal con la colaboración inestimable de Militao, que agrietó la barrera para abrir de par en par la portería de Courtois (21′). El tanto dejó noqueado al Madrid, sin florituras hasta entonces pero por lo menos firme, y solo cinco minutos después el Sevilla puso tierra de por medio en el marcador aprovechando la debilidad de la banda derecha blanca.

Tecatito recogió un cambio de juego desde la izquierda, le ganó en el cuerpo a cuerpo a Militao, y, dentro del área, cedió el cuero a Lamela antes de la llegada de Courtois para que el argentino asestara una estocada durísima al Madrid (25’). En un abrir de ojos, los de Ancelotti se vieron a merced de su poderoso rival y con el reto mayúsculo de intentar una remontada casi imposible.

Aunque no hay equipo que se encuentre más cómodo en el alambre que el Madrid, lo cierto es que el equipo de Ancelotti no encontró en esta ocasión la inspiración de Benzema y Modric, muy lastrados como otros compañeros por la batalla contra el Chelsea el pasado martes. Ante este panorama, solo Vinicius lo intentó con aventuras en solitario, todas ellas bien abortadas por Koundé y Diego Carlos, dos colosos ante un Benzema disminuido.

Con 2-0 y el Sevilla campando a sus anchas, Camavinga se libró incomprensiblemente de la segunda cartulina amarilla en una falta catedralicia a Martial para frenar un contragolpe superada la media hora de encuentro. La ira de Lopetegui, el Sevilla y todo el Pizjuán contra Cuadra Fernández fue incontenible, más aún cuando el delantero francés tuvo que salir lesionado por culpa de la entrada de su compatriota.

La acción descentró al Sevilla, fuera de foco hasta el descanso, pero el Madrid, sin chicha en el área de Bono, no supo aprovechar la desconexión local para recortar distancias antes de enfilar el camino de los vestuarios.

Ancelotti movió ficha: quitó al indultado Camavinga para dar entrada a Rodrygo, retrasó a Valverde para recuperar un dibujo más reconocible y su equipo agradeció los ajustes de inmediato. A los dos minutos Modric citó a Benzema con Bono pero el meta marroquí evitó con acierto el 1-2. En la siguiente no perdonó el Madrid, que recortó distancias por mediación de Rodrygo, ejecutor de una buena combinación entre Carvajal y Vinicius por la izquierda (50’).

El primer tanto del brasileño en Liga cambió drásticamente el escenario. El Madrid, más ordenado y agresivo en la presión, se instaló en el campo de un Sevilla incapaz de salir de la cueva. El líder tiró de jerarquía y con Vinicius y Rodrygo bien abiertos en las alas, Modric, Kroos y Benzema empezaron a intervenir con frecuencia y acierto entre líneas para desbordar a un Sevilla con el repliegue como única respuesta.

El equipo de Lopetegui supo resistir la embestida de un Madrid que no fue capaz de convertir su dominio en ocasiones claras y el paso de los minutos fue agobiando a los blancos, cada vez más previsibles con el balón. A falta de 20 minutos Rafa Mir no pudo culminar una jugada espectacular de Oliver.

Fuente: Mundo Deportivo.