El programa “Madre Canguro”, la tabla de salvación para los niños prematuros

Después de superar un embarazo ectópico que derivó en la extirpación de parte de su aparato reproductivo, Jennifer prácticamente había perdido la esperanza de ser madre. Pero seis meses después de aquel episodio, la joven mujer quedó de nuevo encinta y esta vez ya eran dos vidas las que estaban creciendo en su vientre, según lo relata su esposo, Adrián González.

Debido a situaciones propias el embarazo, fue necesario acudir a una cesárea antes del tiempo con el fin de traer al mundo a Samara e Isaac, quienes fueron atendidos en el programa “Madre Canguro” del Hospital Universitario San Jorge.
En la actualidad, los dos chiquillos gozan de plena salud, con buen peso y buena talla, lo cual es considerado por sus padres, Adrián y Jennifer, como un milagro de la vida.

“El programa nos ayudó mucho, tanto en la alimentación complementaria y en la parte nutricional, como en el apoyo psicológico para reforzarnos como familia”, señala la joven pareja.

El caso de Yoselyn Berrío, la madre de Nazly Victoria González, es parecido. La niña vino al mundo en forma prematura, con 34 meses de gestación y un peso de sólo 1.845 gramos. Pero después de permanecer un año en el programa “Madre Canguro”, Nazly Victoria ya tiene una nueva esperanza de vida. “Es un programa muy bonito, una experiencia inolvidable”, asegura Yoselyn.

Y como ellos, hoy otros 98 menores de edad, acompañados por sus emocionados padres, asistieron a la graduación del programa “Madre Canguro”, del Hospital Universitario San Jorge, en una emotiva ceremonia realizada en el Cráter Living Lab de la Fundación Universitaria del Área Andina.

El programa, dirigido por el médico John Byron Martínez, está dirigido a atener a bebés prematuros, es decir con menos de 37 semanas de gestación, y a aquellos que nacen con bajo peso, con menos de 2.500 gramos, lo que significa un evidente riesgo para sus vidas y para su normal desarrollo físico, mental y motor.

“Este es un programa que llevamos hace diez años y es el único en la región con esta oferta. Es uno de esos programas que uno dice que son supremamente importantes para salvar vidas de niños prematuros o con bajo peso”, asegura el gerente del Hospital Universitario San Jorge de Pereira, Javier Alejandro Gaviria Murillo.

A lo largo de esta década, más de 650 menores de edad han logrado tener una nueva esperanza de vida, gracias a la atención pediátrica, nutricional, emocional y afectiva que reciben en el programa.

Explicó Gaviria Murillo que en la primera fase del programa se atiende el parto como tal, muchas veces por cesárea, luego los menores pasan a la unidad neonatal conformada por 32 cunas para cuidados intensivos, cuidados intermedios y cuidados básicos, según el caso, para luego ingresar a la etapa de control de su desarrollo, hasta alcanzar el peso y la talla adecuados, siempre con el acompañamiento de sus padres y el amoroso contacto piel a piel.

En la jornada de hoy, 100 menores, 47 niñas y 53 niños, recibieron un diploma simbólico que los gradúa para la vida, al superar las situaciones de riesgo a que estaban expuestos.

“Esta ceremonia de graduación nos recuerda que el viaje de la vida, especialmente para estos pequeños, no siempre es un camino fácil y que cada uno de ellos encarna la fuerza del espíritu humano y el poder de la dedicación inquebrantable de sus padres”, anotó Gaviria.

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