EL TÚNEL DE LA LÍNEA: SI HAY QUE CELEBRAR!

Cuando todo el país y su presidente Duque a la cabeza celebraban con alborozo, la entrega y puesta en servicio, del túnel mayor de la línea (8.65 kilómetros) , de varios viaductos y de un par vial de doble calzada de 12 kilómetros, aparece en el Tiempo, un artículo de German Vargas Lleras que intenta aguar la fiesta.

Afirma Vargas que el gobierno Santos, donde El hizo y deshizo, recibió las obras del túnel, del gobierno Uribe, con un 1% de avance y lo entregó con un 80% de avance.
Eso es falso.

Parece que la verdad es que Uribe lo entregó en el 38%, Santos en sus 8 años avanzó un 16% e Iván Duque hizo un 46% de esa megaobra.

El contratista Collins de esa obra, le explicó bitácora en mano al entonces zar Vargas Lleras, que todas las demoras que había sufrido el proyecto estaban sustentadas en parálisis ordenadas por la ANLA y la Corporación Regional del Quindío.

Collins es un contratista muy veterano pero con una muy buena trayectoria en la ejecución de obras públicas.

Le explico hasta la saciedad al zar Vargas Lleras, que no tenía sentido ni práctico ni económico, suspender la obra y cambiar el contratista después de mostrar las bitácoras de los paros.

Vargas Lleras decidió de manera torpe y abusiva, quitarle el contrato a Collins; tuvo que negociar y pagarle una gruesa suma como indemnización.

“Ganaré más dinero en los tribunales sin hacer nada que terminado la obra!”, le sentenció el veterano contratista a Vargas.
Y así fue!

El proceso de readjudicacion de esa obra no sólo fue muy largo sino muy costoso.
“Nadie se le mete a arreglar un sancocho que ya está malogrado!”

Es esa la razón por la que esas obras costaron tanto dinero de más.

Menos mal Duque en su discurso dijo que “las obras no son de ningún gobierno, sino del país”.

Faltan naturalmente varios viaductos y unos pocos kilómetros de doble calzada para conectar el último tramo de Cajamarca a Ibagué y dar por terminada toda la obra.

Pero también anunció el presidente Duque, que para el próximo abril, estará totalmente terminada.

Lo que se inauguró, le ahorra a los camiones casi una hora en la vía Calarcá – Ibagué; ese tramo es tan empinado y tortuoso que se llama “cansaperros”.

Vargas Lleras es un aguafiestas.

En la obra del túnel de la Línea, si hay por qué celebrar!

Álvaro Ramírez González, Columnista

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