Los obreros que trabajaban en la cubierta de Notre Dame confiesan que se saltaron la prohibición de fumar
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- abril 24, 2019
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Algunos de los obreros que trabajaban en las obras de restauración de Notre Dame han confesado a la policía haber fumado en los «andamios», a pesar de que estaba prohibido, tal y como ha publicado el semanario francés Le Canard Enchainé y recoge la prensa gala.
Los investigadores han encontrado siete colillas de cigarrillos en el lugar en el que se originó el incendio que devastó parte de la cubierta de la catedral parisina el pasado 15 de abril y han descubierto también lagunas de seguridad, según el semanario satírico.
Además, afirma que los bomberos fueron avisados 35 minutos después de que saltara la primera alarma de incendio, en lugar de los 20 minutos que se habían anunciado oficialmente.
Prevalece la hipótesis del cortocircuito
A pesar de esto, los investigadores apuestan más por la hipótesis de que el incendio se debió a un cortocircuito. Según los funcionarios de Notre Dame a los que entrevistó el semanario francés, los cables eléctricos estaban colocados de tal forma que exponían el ático a «cortocircuitos», algo que, según señala, está «prohibido» por todas las normas de seguridad.
Le Canard revela diversas irregularidades con la instalación eléctrica. En concreto, en el tendido para alimentar un juego de campanas que se encontraba en la aguja y otro bajo la misma, y que recorría el envigado de madera de la catedral.
Ese dispositivo fue autorizado, de forma provisional, en 2012 a petición de los clérigos de Notre Dame durante las obras de renovación de los campanarios principales, con el objetivo de electrificar esas campanas para que pudieran sustituirlas.
Sin embargo, según la misma fuente, nunca fue sustituido, seguía utilizándose y sobre él se instaló el andamiaje para la restauración de la aguja.
La empresa de seguridad niega los errores en la verificación de las llamas
Los investigadores han determinado que las campanas de la aguja sonaron el día del incendio a las 18.04 horas (16.04 GMT) para llamar a la misa prevista a esa hora. Doce minutos después se encendió la primera alerta de detección de humo en el puesto de seguridad de la catedral y cinco después sonó la primera alarma de incendio.
En ese momento se inició la evacuación de los fieles, pero como los dos oficiales de seguridad enviados a verificar las llamas no las encontraron, se pensó que era una falsa alerta y se les pidió que se quedaran.
Según Le Canard Enchainé, los oficiales fueron mandados a un lugar erróneo a buscar el fuego, una información que niega la empresa de seguridad privada que gestiona el monumento.
Sobre las 18.30 horas (16.30 GMT) volvieron a sonar las alarmas y, en ese momento, los fieles fueron evacuados y, entre diez y veinte minutos más tarde, los agentes localizaron el fuego en la base de la aguja.
A las 18.51 horas (16.51 GMT) los dos oficiales de seguridad alertaron a los bomberos que llegaron en unos diez minutos, pero que se encontraron con unas bocas de agua insuficientemente potentes para atajar un incendio que ya había cobrado dimensiones importantes.
La instalación anti-incendios, apunta el semanario, estaba diseñada para apagar un fuego en su inicio, pero con los retrasos registrados en su localización ya había crecido demasiado.
Solo con la llegada de refuerzos, equipados con mangueras más potentes, pudieron comenzar a luchar contra las llamas, aunque ya fue tarde para salvar la cubierta de Notre Dame.