En la primera parte apenas pasó nada

Melendo y Borja Iglesias impusieron su ley en el primer tiempo, el primero se movía entre líneas, conducía y tocaba con su clase habitual; el segundo dio una lección de juego de espaldas, oxigenando el juego, dejando de cara y evitando las clásicas recuperaciones rápidas de balón del Barça. El partido no era el deseado para el ‘panda’, pero se puso el mono de trabajo.

Wu Lei esperaba en el banquillo debido al largo viaje para jugar con su selección y una laringitis, su equipo y la afición china le extrañaron. Piqué estuvo a punto de adelantar a los suyos en una jugada a balón parado puesta por el diez, Víctor Sánchez desvía y complica el balón a Diego López que reacciona bien, premonitorio del gol. Un tiro lejano de Rakitic completaba una triste primera mitad que acabó con un sólo tiro a puerta entre los dos equipos.

El de siempre

Malcom, al poco de entrar el terreno de juego, a punto estuvo de dar ventaja a los suyos pero lo evitó de nuevo una buena mano de Diego López. Poco después vivimos una repetición de la ocasión de Rakitic en el primer tiempo, desde fuera del área y también desviada por muy poco.

Una falta al borde del área no se puede cometer si en el otro equipo juega Messi, Víctor Sánchez intentó correr para colocarse en el palo como si estuviera defendiendo un córner, pero entre el movimiento de Busquets y su falta de coordinación acabaron introduciendo el balón en su portería.

Después el Espanyol consiguió meter al Barça en su área, o los culés dejaron espacio para salir a la contra. Así fue como amplió la ventaja Messi, Ter Stegen para Rakitic, pared con Messi y apertura a Malcom que se la deja al diez que la empuja a las mallas, en apenas seis toques el balón pasaba de una portería a alojarse en la otra.

Comienza bien el Barça una semana decisiva para la liga, con tres partidos. Valverde ya anunció que a falta de diez partidos si hacían un nueve de nueve sería un paso casi definitivo hacia el título, pues ya solo quedan nueve y van tres de tres.