PEREIRA/¿DÓNDE ESTÁN LOS VIGILANTES DEL ALUMBRADO NAVIDEÑO?
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- junio 7, 2024
- Generales, Nacionales
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Por: CARLOS ALFREDO CROSTHWAITE FERRO
Columnista Periódico Palabras Mayores
El municipio de Pereira suscribió con Iluminaciones y Servicios SAS el Contrato de Alumbrado Navideño 2023, con valor final de $4.460 millones. Entre los ítems a pagar figuraba en el contrato, la vigilancia continua de la Plaza de Bolívar, Guadalupe Zapata, Lago Uribe Uribe, Ciudad Victoria, carreras 7ª. y 8ª. y Circunvalar, en 2 turnos las 24 horas, por 45 días, valor de $20.9 millones por zona, para un valor total de $126 millones, pagados en acta final.
En Colombia los servicios de vigilancia y seguridad privada, están regulados por ley, y solo pueden ser prestados por empresas u organizaciones que tengan licencia expedida por la Superintendencia de Vigilancia. Por consiguiente, entidades públicas y privadas solo pueden contratar estos servicios con empresas especializadas. Además, los costos de estas actividades están debidamente reglamentados.
La Contraloría Municipal el pasado mes de abril publicó Informe Final a la actuación especial de fiscalización “atención a denuncias alumbrado navideño vigencia 2023”, y notifica que durante la etapa de ejecución de la auditoría, el ente de control inicialmente encontró y dejó consignado en el acta de visita No 1 del 13 y 14 de diciembre de 2023, un número elevado de elementos faltantes, o sea, no instalados, registrando observación administrativa con presunta connotación fiscal por un valor de $357 millones. La auditoría no registra novedad alguna sobre el cumplimiento de la labor de vigilancia y servicio de Cuadrilla Eléctrica, esta última con un costo de $78 millones.
En la labor de constatar la existencia de mayor evidencia o información adicional a la que se aportó inicialmente por parte del Supervisor, se efectúo visita fiscal No 02 el pasado 27 de febrero, solicitando el Expediente físico del contrato liquidado y pagado el 26 de diciembre de 2023, no obstante que su finalización era el 30 de enero de 2024. La insólita respuesta del titular del despacho fue: “Se certifica que no se encuentra en el archivo de gestión de la entidad, soporte físico del expediente contractual”. Solo aportó para esta auditoría, un informe presentado el 12 de febrero por el contratista, en el que se muestra junto con la firma del supervisor del contrato las cantidades de ítems contratados y cobrados, un registro fotográfico e informe de montaje, mantenimiento y desmonte del alumbrado, en 3 carpetas plásticas de 7 folios cada una.
Con esta pobre información recibida del contratista, y no obstante que el equipo Auditor verificó durante las visitas del 13 y 14 de diciembre, la falta de los elementos no instalados, valorados en $357 millones, procedió a borrar este hallazgo fiscal. Poco le importó a la Contraloría que, según el pliego de condiciones, el contratista debería garantizar el funcionamiento permanente durante las noches comprendidas entre el 07 de diciembre de 2023 y el 14 de enero de 2024. Situación que no cumplió, sin ser objeto de ninguna sanción. Solo le descontaron por incumplimientos, faltantes y horas no encendidas, $43 millones, pero le asignaron un contrato adicional de $309 millones.
Para mostrar la tolerancia y la ausencia de una interventoría y supervisión especializada y de calidad, solicitamos a Infraestructura copia de las facturas expedidas por la empresa de vigilancia que debió ejecutar esta labor, y fue nuevamente el contratista quién respondió que estas no existen, pues esta labor fue ejecutada directamente por ellos, o sea que no la ejecutaron y se las pagaron, manifiesta violación de la ley. Estamos a la espera de la documentación que certifique si prestaron el servicio pagado de Cuadrilla Eléctrica.
La situación que se viene denunciando y constatando con la pésima gestión de interventoría y control estricto de los contratos suscritos en las administraciones de Gallo y Maya, deja mucho que desear. No solo fue la pésima calidad de las obras y los onerosos costos en que se incurrió. Queda también al descubierto la malísima gestión de vigilancia y control por parte de la contraloría municipal. Parece que su lema y/o consigna es: “hagámonos pasito”.