PEREIRA: EMPRESA DE ASEO EMPRENDE ACCIONES DE RECUPERACIÓN DE AGUA EN EL RELLENO SANITARIO LA GLORITA

Como parte de las acciones de responsabilidad ambiental que adelanta la Empresa de Aseo de Pereira, se implementaron procesos de recuperación del agua de los lixiviados del relleno sanitario La Glorita, actividades que se realizan para contribuir a la conservación de un importante recur​so natural como lo es el agua.

«Entre 800 y 850 toneladas de residuos sólidos llegan diariamente al relleno sanitario La Glorita, provenientes de 25 municipios, incluido Pereira. Este relleno cuenta con 8 vasos y actualmente, se encuentra en operación el vaso número 7. El vaso 8 está en construcción y el vaso 9 en etapa de movimientos de tierra», explicó Mario León Ossa, gerente de la Empresa de Aseo de Pereira.

El gerente resaltó que en los últimos meses se ha registrado una reducción en el porcentaje de residuos que llegan al relleno sanitario, como producto de la práctica del reciclaje por parte de los hogares pereiranos y las acciones pedagógicas implementadas.  «Con la participación en el concurso Eco Barrios de diferentes sectores urbanos y rurales, se ha tenido como resultado la disminución del 2 % del material reciclable que llega al relleno cada mes», afirmó el funcionario.

Es así como el reciclaje y la recuperación del agua de los lixiviados se convierten en dos de las iniciativas amigables con el medio ambiente que lidera la Empresa de Aseo de Pereira. ​

PROCESO DE RECUPERACIÓN DEL AGUA

Los vasos (espacios donde se depositan y compactan los residuos) se encuentran impermeabilizados con una geomembrana para que no se infiltren los lixiviados, es decir, el resumen líquido de las basuras que contaminan el suelo y las aguas subterráneas.  

Estos lixiviados son conducidos por un canal a través de unos filtros en el suelo en forma de espina de pescado, que tienen un medio filtrante: la piedra gavión o llanta triturada. Estos son transportados hasta la planta de tratamiento de agua residual.

En esta planta llegan a una canaleta donde se hace el proceso de decantación, se sacan los sedimentos y de allí pasan a una laguna de estabilización de lixiviados donde se homogenizan y luego pasan a unos reactores que se encargan de remover la carga contaminante.

De allí pasan a un proceso de coagulación, se aplica la cal y gracias a ellos el agua queda casi potable y lista para la limpieza de plazas y parques como la Plaza de Bolívar. De igual forma, con esta agua se construyó un estanque en el que habitan peces en esta agua tratada y esto es un bioindicador de que el agua se encuentra en buen estado.

De esos 6 mil metros cúbicos que se obtienen cada mes, el 10 % es utilizado en estas actividades de limpieza. El resto del agua, que va sin ningún contaminante, se dispone hacia el río Otún.

El relleno sanitario ha sido un ejemplo a nivel nacional, no solo por el tema de las aguas residuales con el manejo de los lixiviados, sino por su buen manejo en cuanto a los vasos clausurados, ya que se han convertido en espacios de adentramiento natural de fauna, lo cual es un excelente bioindicador del manejo que se le da al relleno sanitario en sus vasos clausurados y áreas aledañas, ya que allí han ido llegando especies como el mono aullador, oso perezoso, oso hormiguero, zorros, armadillo, guatiles, iguanas, y recientemente, se dio el avistamiento de un tigrillo color negro y un mono capuchino.

También se tienen sembradas varias especies de flora como francesina, esparquia, carey, varita San José, velitas y otras especies que ayudan a dar un paisajismo agradable y diferente al relleno sanitario.