Transformando el Sisbén’, un servicio que escucha, orienta y responde con cercanía, pone al ciudadano en el centro

Dos años atrás, acercarse al Sisbén en Dosquebradas fue sinónimo de largas filas, trámites confusos y respuestas que se tardaban demasiado. Una tarea que debía ser sencilla se convirtió en un motivo de desgaste para las familias. La atención, diseñada para quienes más la necesitan, no cumplía su propósito: transformar vidas.

Esa realidad comenzó a cambiar cuando la Administración municipal, bajo el liderazgo del alcalde Roberto Jiménez Naranjo, decidió darle una nueva cara al servicio. Así fue como nació la estrategia ‘Transformando el Sisbén’, liderada por la Secretaría de Planeación, con el objetivo claro de devolver la confianza a un proceso.

El impacto fue inmediato. En pocos meses, más de 4.000 personas recibieron atención con calidad y respeto, mientras que 2.375 encuestas permitieron mejorar la focalización de los programas sociales. Detrás de estos números hay historias concretas: familias que ahora encuentran respuestas claras, adultos mayores que ya no se sienten perdidos en el trámite y jóvenes que confían en que los beneficios llegan a quienes realmente los necesitan.

Ese cambio también se reflejó en la manera de atender. “Cada ciudadano percibe que su voz es valorada y que sus necesidades se atienden con claridad y compromiso”, asegura Rubén Acevedo, administrador del Sisbén. Esa percepción se fortalece en cada jornada descentralizada, donde el servicio deja de estar encerrado en una oficina y se desplaza directamente a los barrios y veredas.

Más de 24 sectores y 600 personas ya han sido visitadas: Campestre, Japón, Camilo Torres, Venus, Violetas, San Diego, Limonar, Álvaro Patiño, Primavera Azul, Divino Niño, Galaxia, Alto del Nudo y Las Marcadas, entre otros. Allí, en las calles y espacios comunitarios, los funcionarios no solo resuelven dudas: acompañan con paciencia, escuchan y acercan las soluciones a la vida cotidiana de las familias.

La transformación también alcanzó las oficinas, una inversión superior a $90 millones, posibilitó la renovación de la fachada, el techo y las zonas de atención. Se modernizó el mobiliario, se organizaron los espacios y se dignificó el lugar donde se atiende a los ciudadanos. No solo se benefició a quienes llegan en busca de soluciones: también se fortaleció la labor de los 15 funcionarios que ahora trabajan en un entorno más seguro y motivador.

Hoy, el Sisbén en Dosquebradas ya no se reconoce por las filas interminables ni por la confusión en los trámites. Ahora se reconoce por la cercanía, la escucha y la confianza que despierta en cada familia atendida. Este es apenas el primer paso.

La tarea que viene es más grande: sostener lo alcanzado, ampliar la cobertura de las jornadas, mantener las oficinas en condiciones dignas y garantizar que cada encuesta sirva para que los programas lleguen a quienes realmente los necesitan. Porque transformar el Sisbén no significa solo cambiar un proceso, sino asegurar que la comunidad siga en el centro de las decisiones.

En Dosquebradas, esa confianza ya empezó a recuperarse, y con ella, se abre el camino para construir una ciudad más justa, donde cada ciudadano sienta que su voz no solo se escucha, sino que se respeta y se cumple.

Tags: