Zonificación del Páramo Los Nevados es clave para avanzar en su conservación y manejo

La profesional especializada de la CARDER, bióloga Erika Nadachowski, explica claramente cómo ha sido el proceso durante los últimos años para avanzar en las tareas de conservación y manejo del Páramo Los Nevados.

“Veníamos de una ley absolutamente restrictiva hasta la Ley 1930 de 2018 y la resolución 0886 de 2018. Esta normatividad reconoce al habitante de páramo, reconoce a los habitantes ancestrales del páramo y nos da indicaciones de cómo debemos manejar el páramo”, expresó.

De acuerdo con lo explicado por Nadachowski,  lo primero fue obtener la fotografía completa de cómo está funcionando el páramo, lo cual insta a hacer un análisis del uso del suelo de 2011 hacia atrás y de 2011 en adelante. “Esa fotografía completa dice que las personas que empezaron sus sistemas productivos antes de 2011 tienen que ser sometidos a procesos de restauración ecológica y reconversión socio ambiental de los sistemas productivos que estén empleando”, agrega.

Por otro lado, los que empezaron después del 2011 deben ser sometidos a una sustitución del sistema productivo. Se identifica que en el Páramos Los Nevados las principales presiones que se presentan es por la ganadería extensiva y por los cultivos de papa, en Tolima y en Caldas principalmente y por el turismo descontrolado, según explica la experta, funcionaria de la CARDER.

La Ley ordena que los cuatro departamentos que tienen incidencia en el páramo: Caldas, Quindío, Risaralda y Tolima, deben hacer un análisis integral de las 133.600 hectáreas que tiene este ecosistema y no simplemente la parte que corresponde a cada departamento, no obstante, ya se tiene claridad de que en Risaralda son cerca de 700 hectáreas dedicadas a actividades ganaderas las que deben ser sometidas a reconversión de su sistema; ubicadas principalmente en la cuenca alta del río Campo Alegre, en Santa Rosa.

Allí ya se ha venido haciendo un trabajo de comunicación y concientización con los habitantes del páramo y la formulación de alternativas y capacitación para transformar sus actividades económicas. De hecho, en todo el territorio de Risaralda, de 60 familias con actividad ganadera ahora solo hay 14 en zona paramuna, con las cuales se continúa el proceso.