El futuro del Madrid: Bale, sentenciado por el Bernabéu e Isco, indultado

La vía muerta en la que parece haber entrado el Real Madrid en el final de la Liga, lejos de haber calmado los ánimos, parece un juicio sumarísimo para algunos jugadores. Conscientes del papel que ha venido a jugar Zinedine Zidane, los aficionados muestran su lado más crítico con algunos y, en el caso del galés Gareth Bale, parecen haber dictado sentencia, como se vio en el partido ante el Athletic de Bilbao (3-0).

Con Karim Benzema en estado de gracia, otrora señalado, las iras se han dirigido hacia el ‘Expreso de Cardiff’. De nada le han servido a Bale sus goles decisivos en finales, como la de la última Champions. Su salida al campo en el minuto 69 de partido, junto a Isco Alarcón, fue toda una declaración por parte de los aficionados congregados en el Bernabéu, que por contra aplaudieron al de Arroyo de la Miel (Málaga).

«No lo entiendo», reconoció Zinedine Zidane cuando fue preguntado en rueda de prensa. La paciencia del madridismo con Bale parece haber llegado a su fin. Ni una nueva suplencia calmó la reacción cuando saltó al terreno de juego.

Fue silbado desde que pisó el césped y en el primer balón que tocó, lo que provocó un gesto del galés a la grada (ver foto). Acabó perdonando ante tanta presión una ocasión clara para marcar, en un mano a mano ante Herrerín.

Numerosos aficionados del Real Madrid reaccionaron con aplausos para animar a Bale que todo apunta a que está viviendo sus últimos partidos como jugador madridista y no cuenta además con la confianza de Zinedine Zidane, suplente en tres de los cuatro últimos partidos y sin haber regresado aún de su lesión el brasileño Vinicius Junior.

Contrastó el trato a Bale con el cariño de la afición madridista a Brahim en los seis minutos que disputó. Levantó al público con dos acciones que provocaron la ovación de los cerca de 60.000 espectadores que presenciaron el encuentro en el Santiago Bernabéu y que muestran sus preferencias para el Real Madrid de la próxima temporada.