El récord de incendios amenaza la selva amazónica

La tala indiscriminada no es el único peligro que amenaza la selva amazónica, en Brasil, uno de los pulmones del planeta. Los incendios han alcanzado un récord en lo que va de año, según datos oficiales: entre enero y las tres primeras semanas de agosto se han registrado 71.497 incendios forestales en todo Brasil, el mayor número en siete años, algo más de la mitad de ellos en la Amazonía.

El número de incendios es un 83% superior al del mismo período de 2018, según los datos divulgados por el estatal Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, en sus siglas en portugués), y recogidos por Efe. El INPE contabiliza los incendios con la ayuda de imágenes de satélite.

Según los cálculos del organismo, 38.228 de estos incendios (el 52,5%) se detectaron en estados de la Amazonía. Otro 30,1% se detectó en el Cerrado, la sabana brasileña que rodea la Amazonía, y el 10,9% en el Bosque Atlántico, la región boscosa que bordea la mayor parte del litoral del país.

El estado más afectado, con 13.641 focos, es el de Mato Grosso, que se extiende por gran parte de la Amazonía.

El humo oscurece el cielo de Sao Paulo

La extensión de los incendios en la región ha obligado a algunos estados amazónicos, como Amazonas y Acre, a declarar situación de emergencia o alerta ambiental debido a que la humareda multiplica las enfermedades respiratorias y afecta al tráfico aéreo.

El pasado lunes parte de los estados de Mato Grosso do Sul y Paraná, así como Sao Paulo, la mayor ciudad del país, fueron afectados por una intensa humareda que ocultó la luz solar.

De acuerdo con el INPE, los focos de incendio tan sólo en la última semana han afectado 68 áreas protegidas por ser reservas ambientales o indígenas principalmente en la Amazonía.

La emergencia ha provocado incluso reacciones en redes sociales, donde se ha hecho viral la etiqueta #PrayforAmazonas (Rezad por el Amazonas). También se han convocado manifestaciones en todo el país el próximo fin de semana para llamar la atención sobre la emergencia medioambiental y protestar por la política del Gobierno.

Bolsonaro señala a las ONG

La organización no gubernamental Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía (Ipam, en sus siglas en portugués), asocia el aumento de incendios a la deforestación promovida por los terratenientes, así como a los incendios incontrolados de ganadores y agricultores para desbrozar tramos de selva.

Pero el presidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaroinsinúa que los propios miembros de las ONG tienen algo que ver.

«Puede haber, sí, y no estoy afirmando, una acción criminal de esos oenegeros [sic] para llamar la atención contra mi persona, contra el Gobierno de Brasil, y esa es la guerra que nosotros enfrentamos», ha declarado Bolsonaro a los periodistas.

Para reforzar su tesis, Bolsonaro ha explicado que su Gobierno ha «cortado el dinero público que iba para las ONG» que operan en la región amazónica. «De esa forma, ese personal está sintiendo la falta de dinero», ha apostillado.

«El crimen existe. Ahora, tenemos que hacer lo posible para que ese crimen no aumente» y encontrar a los responsables, ha añadido el presidente brasileño.

Bolsonaro ha reiterado en varias ocasiones que el Amazonas pertenece a Brasil y que el país tiene derecho a explotar todos sus recursos. El aumento de tala de árboles ha llevado a Noruega y Alemania a suspender las partidas destinadas al Fondo Amazonía, dedicado a la protección ambiental en Brasil, del que ambos países son los principales patrocinadores.