EPM V: NO HAY POR QUIEN LLORAR

Mientras los Paisas se enfrentan entre los que censuran la burda actuación del Alcalde Quintero que rompió todos los esquemas corporativos que rodeaban a EPM, y aquellos que apoyan al Alcalde por haber desenmascarado la verdadera situación financiera y de riesgo de la Empresa, no se me ocurre a mí nada distinto que pensar que EPM, padece hoy, una falla multisistemica, que la tiene al borde de la bancarrota y a Hidroituango, en la misma situación.

¿Quien tiene entonces la razón?
Parece que todos la tienen y eso es mucho más grave.

La tiene la Junta Directiva que renunció por que la brusquedad de Quintero, rompe los canales administrativos y corporativos de las grandes decisiones, y expuso a la Empresa a la inmediata desconfianza de Bancos, tenedores de bonos y aseguradores.

Y la tiene Quintero porque EPM, no es hoy la súper Empresa de la cual se sentían orgullosos los Paisas.

Es una Empresa que en los últimos 10 años multiplicó su endeudamiento por 14 veces cuando apenas su patrimonio por 2 veces.

Las últimas aventuras de EPM, según los entendidos y Quintero, son horrendas.

La compra de Orbitel, hace unos años por una millonada parece que fue un negocio bien chimbo para EPM que no le trajo valor agregado a la Empresa y si muchas pérdidas.

La venta de UNE, ha sido calificada de la misma manera.
La hidroeléctrica Porce III, parece que tuvo unos sobrecostos abísmales.
La construcción de la hidroeléctrica de Panamá que valía US $ 50 millones, terminó costando cerca de US $ 170 millones.
Las inversiones en Chile y México no solo fueron pésimos negocios sino que están acumulando pérdidas por casi US 300 millones.
Los sobrecostos de Hidroituango antes del accidente, ya eran superiores al 35%.

Dicen al interior de la Empresa que no han vendido esas inversiones en el exterior por que esa venta dejaría al descubierto unas pérdidas gigantes que nadie se ha atrevido a explicar.

Pero nadie va a comprar la Empresa o a invertir en ella, o a prestarle dinero, o a asegurar sus operaciones, si el mismo dueño, que en este caso es el Alcalde, manda la Junta Directiva para la porra, y sale a mostrar que la Empresa es un desastre.
Esa no era la manera de enfrentar la crisis.

Pero tampoco se equivocan el Alcalde Quintero y el columnista German Vargas Lleras, cuando afirman que en los últimos 10 años a los que les ha ido bien es a los contratistas.

La deuda externa de EPM anda por los US $ 4.500 millones y la estampida de Bancos, tenedores de bonos y aseguradores es de extrema gravedad.

Resolver esta crisis en EPM, va a suponer sacrificios muy grandes, y deberá sin duda vender sus mejores activos.

Terminar y poner a generar a Hidroituango será la prioridad, sea para conservar la presa en el portafolio de EPM, o para venderla como creo yo que puede o debe ocurrir.

La Junta que nombre el Alcalde, con El mismo a la cabeza, van a enfrentar las más duras y dolorosas decisiones que haya vivido EPM, en toda su historia.

Y Medellín será la primera víctima, porque los $ 1.4 billones que le iba a transferir EPM, de sus utilidades para hacer inversión social, pues no llegarán.

No hay utilidades, habrá pérdidas multimillonarias en el balance del 2020.

EPM, pasó de ser al lado de Ecopetrol, la mejor Empresa Pública, a una muy mala Empresa Pública.

Nadie quiere invertir en sus papeles, nadie le quiere prestar dinero y nadie la quiere asegurar!

No hay por quien llorar!

Álvaro Ramírez González, Columnista

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