Más de 200 muertos y 450 heridos en una cadena de atentados en iglesias y hoteles de Sri Lanka

Al menos 207 personas han muerto y 450 han resultado heridas este domingo en Sri Lanka en una serie de explosiones en cuatro hoteles, tres iglesias -donde numerosos fieles celebraban el día de Domingo de 

Resurrección– y un complejo de viviendas. «No podemos confirmar si se trataron de ataques suicidas», ha afirmado el portavoz de la Policía de Sri Lanka, Ruwan Gunasekara, en una rueda de prensa en Colombo.

Al menos 32 extranjeros se encuentran entre los fallecidos y treinta más hospitalizados, ha precisado a Efe el presidente de la Autoridad de Desarrollo del Turismo de Sri Lanka, Kishu Gomas. Entre los muertos, anotó, hay nacionales de Bélgica, Estados Unidos, China y el Reino Unido, entre otros.

Ocho personas han sido detenidas y han confiscado una furgoneta en relación con los ataques. «Hasta ahora, los nombres que tenemos son locales», pero los investigadores están buscando averiguar si tienen algún «enlace extranjero», ha dicho en un discurso televisado el primer ministro del país, Ranil Wickremesinghe.

El primer ministro reveló que las fuerzas de seguridad habían recibido avisos de posibles ataques en el país, «pero no se le prestó la suficiente atención al asunto», algo que debe ser investigado, subrayó.

Seis primeras explosiones simultáneas

Las seis primeras explosiones ocurrieron de manera simultánea hacia las 8.45 horas (2.30 GMT). Tres de ellas fueron en tres hoteles de lujo: el Shangri-La, el Cinamon Grand y el Kingbury. Las otras tres fueron en la iglesia de San Sebastián en Katana, la iglesia de San Antonio en la capital y en una iglesia en Batticaloa, en el este de la isla.

Unas horas después se produjo una séptima explosión  en un hotel de Dehiwala, un suburbio del sur de Colombo, dejando al menos dos muertos. Por último, una octava explosión ha ocurrido a primera hora de la tarde en un complejo de viviendas en Colombo. Allí un kamikaze podría haber detonado su carga su carga explosiva en el edificios matando al menos a tres policías.

El ministro de Defensa, Ruwan Wijewardene, ha asegurado en una breve rueda de prensa que tomarán «medidas contra cualquier grupo extremista que esté operando» en Sri Lanka, aunque sin aclarar quiénes podrían estar detrás de los atentados.

Estado de emergencia y toque de queda

Tras los ataques, el Gobiernoha declarado el estado de emergencia y el toque de queda en el país. WhatsApp, Viber y Facebook han sido bloqueados temporalmente y las redes móviles e internet están saturadas por lo que apenas funcionan.

«Por favor, permaneced en calma y no seáis engañados por rumores», ha asegurado el presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, en un mensaje a la nación  y en referencia a los frecuentes choques comunales que se producían en el pasado como reacción a sucesos violentos.

El presidente, que se mostró «en ‘shock’ y triste por lo que ha ocurrido», aclaró que «las investigaciones están en curso para descubrir qué tipo de conspiración está detrás de estos crueles actos».

El ministro de Sri Lanka para las Reformas Económicas y la Distribución Pública, Harsha de Silva, también se ha mostrado conmocionado por lo ocurrido. «Escenas horribles. He visto miembros amputados esparcidos por todos lados. Equipos de emergencia están desplegados en su totalidad en todos los puntos. (…) Hemos llevado muchas víctimas al hospital, esperamos haber salvado muchas vidas», relató el ministro.

Imágenes difundidas por los medios locales muestran la magnitud de la explosión en al menos una de las iglesias, con el techo del templo semidestruido, escombros y cuerpos esparcidos mientras la gente trata de socorrerlos.

MASACRE EN SRI LANKA EN EL DOMINGO DE RESURRECCIÓN

Las iglesias atacadas celebraban el Domingo de Resurrección

Los fieles de las iglesias atacadas en Sri Lanka celebraban ese momento el Domingo de Resurrección, el día más importante dentro de los ritos de la Semana Santa.  Ante ello, el papa Francisco ha expresado en su mensaje de Pascua su «tristeza» y se ha declarado cercano a «todas las víctimas de una violencia tan cruel»

La comunidad internacional ha reaccionado con conmoción ante la tragedia, que han lamentado los mandatarios y autoridades de países vecinos, como la India, Pakistán e Indonesia, pero también de la Unión Europea (UE), Alemania, Bélgica, Holanda, España, Austria y Turquía, así como las Iglesias cristianas en Tierra Santa.

Los ataques contra minorías religiosas en la isla se han venido repitiendo en el pasado, los últimos de relevancia en 2018, cuando el Gobierno tuvo que declarar el estado de emergencia después de se produjeran enfrentamientos entre musulmanes y cingaleses budistas con dos muertos y decenas de detenidos.

En Sri Lanka la población cristiana representa el 7 %, mientras que los budistas son alrederdor del 67 %, los hinduistas son el 15 % y los musulmanes el 11 %. Sin embargo, hechos de esta magnitud no habían tenido lugar en Sri Lanka desde la guerra civil entre la guerrilla tamil y el Gobierno, un conflicto que duró 26 años y finalizó en 2009, y que dejó según datos de la ONU más de 40.000 civiles muertos.

A última hora del día, artificieros del Ejército de Sri Lanka han detonado de manera controlada un explosivo localizado en la carretera, muy cerca del Aeropuerto Internacional Bandaranaike, el principal del país y próximo a la capital, ha informado a los medios el portavoz de las Fuerzas Aéreas Gihan Seneviratne, que ha añadido que la explosión controlada no ha producido daños.