La ciencia avanza a pasos agigantados, y buena muestra de ello es este implante de córnea que ha permitido que un hombre de 78 años vea con total normalidad después de 10 años ciego.
Este implante se aleja bastante de los implantes habituales, ya que, los implantes de córneas artificiales sí existen, pero se trata de una cirugía compleja y por eso se deja como último recurso. Sin embargo, con esta nueva técnica, se puede reemplazar la córnea de un paciente con un a cirugía más simple y donde a penas hay cortes.
El trasplante del que hoy hablamos ha sido desarrollado por CorNeat, una empresa que desarrolla implantes biomimétricos y cuenta con una característica de vital importancia. Este trasplante de córnea estimula al creación de células y consigue un efecto de mimetismo donde el tejido natural y el trasplante artificial pronto se convierten en uno solo.
La integración entre el módulo implantado y el ojo humano dura unas pocas semanas y según la empresa CorNeat se logra un resultado exitoso, ya que se mejora la vista del paciente y la visión a través del implante es bastante natural.
El nombre de este trasplante es KPro y consiste en el primer trasplante integral que se instala directamente en el ojo para sustituir las córneas en mal estado, deformadas, con tejido cicatrizado, opacas, etc. y sin donante.
El primer paciente en implantarse estas córneas artificiales pudo reconocer a su familia 24 horas después de la intervención. El implante KPro de CorNeat fue todo un éxito, y se espera que la investigación y el avance de este siga trayendo buenos resultados.
El implante es una pieza sin elementos electrónicos y es más confiable que un ojo robótico. De momento solo un paciente lo lleva implantado, pero en las próximas semanas se espera que varios pacientes más logren su deseo de recuperar la correcta visión gracias a este implante.
Hay muchos pacientes en proceso de aprobación a lo largo y ancho del mundo, desde Francia, a Israel, pasando por Holanda, Estados Unido y Canadá.
El futuro de los implantes empieza con avances tan importantes como este. Los trasplantes han llegado a ciertos límites que hace dos décadas era impensables. Por ejemplo, ya se han trasplantado manos e incluso se ha llegado a trasplantar una cabeza de un cuerpo humano a otro. De hecho, se baraja la posibilidad de trasplantar neuronas.