Un buque de guerra estadounidense y otro ruso a punto de colisionar en el mar de China

Un crucero estadounidense y un destructor ruso han estado a punto de colisionar este viernes en el mar de China, según los ejércitos ruso y estadounidense, que se culpan mutuamente por el incidente en un contexto de relaciones tensas entre los dos países.

«En el sureste del Mar de China Oriental (…), el crucero USS Chancellorsville de repente cambió de rumbo y cortó la ruta del destructor ruso Almirante Vinogradov a solo 50 metros del barco», ha afirmado el departamento de prensa de la flota rusa del Pacífico.

Además, el ejército ruso ha aclarado en un comunicado que la maniobra fue necesaria para esquivar el buque.

«Para evitar la colisión, la tripulación del almirante Vinogradov se vio obligada a realizar una maniobra de emergencia, y se emitió una nota de protesta contra el crucero estadounidense enfatizando la inadmisibilidad de tales acciones».

Por su parte, la 7ª Flota de EE. UU. ha respondido en una nota acusando a la nave rusa de «maniobra peligrosa» y «no profesional», y ha explicado que la nave de guerra rusa «llegó por la espalda y cambiaron el rumbo para alinearse a pocos metros del barco americano».

«El Chancellorsville estaba recuperando su helicóptero a velocidad constante cuando el barco ruso maniobró y se acercó demasiado» al crucero estadounidense en el mar en Filipinas. Además ha añadido la armada estadounidense que «esta acción peligrosa obligó a Chancellorsville a retroceder y maniobrar para evitar una colisión».

Además, el jefe del Pentágono, Patrick Shanahan, ha dicho que el ejército de EE.UU. discutirá el asunto directamente con el ejército ruso y que protestará formalmente ante el gobierno ruso y ha agregado que este incidente «no nos disuadirá» de continuar con nuestras operaciones.

Reglas internacionales de navegación

Según un oficial de la Marina de los Estados Unidos, la maniobra rusa es contraria a las reglas internacionales de navegación, que estipulan que un barco que llega desde la popa y que desea adelantar a otro barco es responsable de garantizar la seguridad del barco y «él se gira» ha argumentado.

Además, «el aterrizaje de un helicóptero es una maniobra delicada, que requiere que la embarcación mantenga un rumbo y una velocidad constantes», ha dicho el funcionario que ha solicitado el anonimato, para justificar el hecho de que la nave estadounidense no haya desaceleró cuando el barco ruso se acercó, «debido a la llegada del barco ruso, el helicóptero ha dejado de aterrizar», ha dicho.

Un senador ruso, Alexey Pushkov, ha dicho en Twitter que el incidente podría «deteriorar seriamente las relaciones entre los dos países», refiriéndose a «la atmósfera de histeria constante sobre Rusia en los círculos políticos de Estados Unidos».

«Está caminando sobre el filo de una navaja», ha agregado, sin nombrar a nadie responsable del incidente.

Los altercados entre barcos de los dos países, que se acusan mutuamente de maniobras peligrosas ocurren a menudo, aunque con mayor frecuencia en el Báltico o el Mar Mediterráneo.

Este incidente se produce en un momento de creciente tensión entre Washington y Moscú, que ha tenido su reflejo en una serie de roces entre las Fuerzas Armadas de ambos países en los últimos meses.

Más casos

El pasado mes de mayo, por ejemplo, el Pentágono interceptó varias aeronaves militares rusas que cuando sobrevolaban la costa de Alaska, habiendo ya sobrepasado la zona de identificación para la defensa aérea (ADIZ, en inglés).

La agencia rusa RIA-Novosti, no obstante, dio una versión diferente de lo ocurrido este viernes y afirmó que cuando ambos buques navegaban en cursos paralelos, el USS Chancellorsville «repentinamente cambió de dirección» y se situó a 50 metros del destructor Admiral Vinogradov.

Además, mientras que la versión estadounidense ubicó el incidente en el Mar de las Filipinas, el informe ruso señaló que ocurrió en el mar de China Meridional.

Desde el año pasado, el Pentágono ha estado incrementando sus operaciones en esta región ante las aspiraciones soberanistas de China, país que a su vez ha aumentado su presencia militar en aguas del mar de China Meridional.

Pekín, que se ha posicionado como uno de los grandes aliados del Kremlin, reivindica su soberanía sobre la mayor parte del mar de China Meridional, donde Brunei, China, Filipinas, Malasia, Taiwán y Vietnam reclaman total o parcialmente las Spratly, un archipiélago de unos 100 arrecifes e islotes, la mayoría despoblados pero ricos en gas, petróleo y caladeros de pesca.