La Real consigue sobre la bocina un merecido e inverosímil empate en Valencia
- Palabras Mayores
- agosto 17, 2019
- Deportes, Generales, Internacionales
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En el minuto 101 de partido la Real Sociedad ha empatado 1-1 contra el Valencia en la primera jornada de la Liga 2019-20. En un partido trabajado y trabado, los de Marcelino fueron muy serios en defensa pero Gameiro y Rodrigo desaprovecharon su ocasión para finiquitar el encuentro y fue Oyarzábal en el descuento del añadido el que igualó de penalti el tanto inicial del nueve ché.
El partido empezó con pasillo del equipo vasco a los campeones de Copa. Se enfrentaban en Mestalla dos equipos de los llamados a luchar por la Champions, el Valencia llega dos años consiguiéndolo y la Real ha ilusionado mucho a la parroquia txuri-urdin con los fichajes realizados.
Si bien es cierto, que quizá el mejor, Portu, no estaba disponible y en el otro bando, el protagonismo por sus coqueteos con el Atleti era Rodrigo, la afición decidió pasar página y apoyar a su delantero al grito de: «¡Rodrigo, quédate!«.
Comenzaron los dos equipos con una declaración de intenciones, la presión alta de ambos era asfixiante. Las primeras ocasiones llegaron en las botas de Januzaj primero, algo escorado, y de Guedes después, de trallazo lejano, una para cada equipo.
Sobre el minuto quince de juego el Valencia había conseguido hacerse con el control del partido, pero le faltaba la clarividencia que le otorga su capitán, Dani Parejo estaba sancionado y solo fue amnistiado durante un día en otro esperpento organizativo de la Liga.
Y así el partido pareció anestesiado hasta lo sacudió el «rock’n’roll» de Guedes cerca del descanso, obligó a una gran parada a Moyá que en este primer partido se ha impuesto en la lucha por la portería al nuevo fichaje Remiro.
La Real tuvo otras dos oportunidades de hacer gol antes del descanso, la primera de un activo Odegaard desde lejos, la segunda y la más clara de lo que iba de partido de Willian José que salió desviada y el árbitro ordenó el paso por los vestuarios.
Odegaard hacía daño entre líneas a la defensa ché. Pero fue el Valencia el que golpeó primero, con una gran jugada de Carlos Soler, el único capaz de aportar el criterio necesario al juego en ausencia de Parejo. El campeón de Europa sub’21 controló y abrió para que Wass cediera el gol a Gameiro. Lo ajustado de la acción hizo que hubiera que esperar lo que a Mestalla le pareció una eternidad hasta que pudieron cantar definitivamente el gol.
Rodrigo pudo haber sentenciado el partido a la contra. El Valencia supo jugar con los tiempos del partido, se arropó atrás y esperaba los letales contraataques por la velocidad de sus puntas, en uno de ellos el que a punto estuvo de ser jugador del Atlético superó al portero en el mano a mano pero su disparo se encontró con el poste.
Gameiro quiso redondear su noche con un discutido penalti en el descuento. Sin Rodrigo en el campo que salió de nuevo ovacionado y emocionado, el francés asumió la responsabilida pero su golpeo fue malísimo y acabó en la grada.
Y si ayer el fútbol nos dio una lección maravillosa hoy ha habido otra. En el minuto 98 el colegiado señaló una falta en el borde del área y Coquelin saca el brazo a pasear y penalti. Oyarzabal consiguió el empate más allá del cien con la sangre de hielo, engañó a Cilessen con un tiro suave a la derecha.
Un reparto de puntos que hace justicia a lo visto en el campo. La Real pinta bien, ha fichado mucho y tardará Imanol Aguacil en ajustar sus nuevos cromos. El Valencia es lo contrario, una equipo consolidado, que sabe a lo que juega y va a dejar escapar pocos puntos como estos de Mestalla.